Durante esta práctica, es habitual que nos ayudemos de accesorios como cojines, ladrillos, cinturones, sillas, etc., con el fin de minimizar el esfuerzo, pero consiguiendo el máximo de estiramiento y sin tener que prestar una atención especial a nuestro cuerpo.
Precisamente, contar con el apoyo nos da sensación de seguridad, lo que nos facilita aún más la relajación.
